Supergirl #36 (Febrero 2009)

Guión: Sterling Gates

Dibujo: Jamal Igle y Keith Champagne (portada de Joshua Middleton)

NEW KRYPTON PARTE 8: MUERTE EN LA CASA DE EL

Zor cae de rodillas al suelo con un agujero en el pecho, atravesado por el rayo de Reactrón. Kara avanza hasta él abriéndose paso entre robots, destrozándolos, y coge a su padre en brazos. Zor-El le dice lo orgulloso que está de ella, lo mucho que ha crecido y que cuide de su madre. Kara le pide que se quede con ella, que acaba de recuperarlo… Pero es inútil, y Zor muere entre sus brazos. Los robots Brainiac se desactivan solo, revelando que solo eran una distracción para que Metallo y Reactrón pudieran llegar a Zor, asesinarlo, y después escapar por un túnel que alguien del exterior debe haberles ayudado a realizar. Alura aparece en ese momento y se abraza al cuerpo de su marido, lamentándose de haberse quedado allí. En el Planet se recibe la noticia de la muerte de Zor, y Lana reprocha a Cat que quiera continuar escribiendo mentiras sobre Supergirl en un momento en el que, lo que la chica necesita, es un amigo.Se celebra el funeral de Zor-El en Kandor. Alura dice unas palabras en las que lo encumbra como un hombre que siempre mantuvo la esperanza, pero pronto cambia su discurso a una advertencia terrible: los humanos les han tratado como a una amenaza, así que no se sorprendan si ahora ellos responden igual. Más tarde, Kal intentará hablar con Alura. Superman está muy preocupado porque, pese a lo terrible de la muerte de Zor, el asunto de los asesinatos de los guardias de Stryker sigue en el aire, y sabe que es cuestión de tiempo que la JLA entre en escena pidiendo responsabilidades. Mientras habla con Supergirl, Alura aparece y reprocha con enorme dureza a los dos que “si hubieran sabido mantener el orden en este mundo (y les llama “Superman” y “Supergirl”, no por sus nombres), Zor estaría vivo.” Kara se va volando destrozada, y la nueva Superwoman la aborda para hablar con ella, consolándola, diciéndole que no crea lo que ha dicho Alura y que sabe que ella no tiene razón.Mientras, Nightwing y Flamebird han descubierto que los hombres de Zod tenían unos planos de la Casa Blanca, pero aún no saben por qué. Y en Kandor, Alura habla con los soldados más fieles a Zod y les pide ayuda “para defender las puertas de una tormenta inminente”. Después de un paseo por los cielos, Supergirl y Superwoman llegan a la azotea del Planet. Superwoman parece ser buena persona, y Supergirl incluso le dice que habla como Superman. Superwoman reconoce que ellos la inspiraron a llevar esa “S”. Supergirl le pregunta quién es y por qué no puede ver a través de su máscara. A lo que Superwoman, mientras se aleja volando, le dice que le contará todo cuando llegue el momento y que, por ahora, al menos la considere una amiga.

VALORACIÓN

HISTORIA (GENIAL): La muerte de Zor es muy emotiva, aunque quizá se pierde un poco de intensidad en el hecho de que Supergirl aparece “recuperada” un poco pronto. Pero tenemos que entender que en 22 páginas hay muy poco sitio para mucha historia. El definitivo paso de Alura al lado oscuro me parece extraordinario, podría ser muy trágico y muy impactante que uno de los próximos villanos del universo Superman pudiera ser un familiar tan cercano. Estoy ansioso por ver cómo acaba esto. Ah, y para el que quiera saberlo, mi apuesta personal sobre quién es Superwoman está entre dos posibilidades: la más probable es que sea Thara Ak-Var, la jefa de seguridad de Kandor. Pero me ha dado un escalofrío pensando que pudiera ser la mismísima Lara… Por soñar, que no quede.

DIBUJO (GENIAL): Jamal Igle deslumbra con el arte de este cuaderno, especialmente en las primeras páginas con la muerte de Zor-El. Pero todo el cómic se sale, las expresiones son súper detalladas, las posiciones dinámicas… Una maravilla que acompaña a la historia y la engrandece.

PORTADA (MALA): No me gusta darle esta nota, porque no es un mal dibujo, la idea del título ardiendo por visión calorífica es buena, pero… El cuerpo de Supergirl es muy plano, no tiene volumen, se nota muy bidimensional. Su boca es rara, así como la postura. Y no quiero, NO QUIERO, hacer ningún comentario sobre las orejas de soplillo. Joshua Middleton no presenta dignamente el gran trabajo interior de Igle.