SUPERMANJAVIOLIVARES, EL BLOG

Galería de portadas de todos los cómics de Superman y relacionados, con resúmenes, anotaciones y comentarios de aquellos que considere oportunos. Más información en www.supermanjaviolivares.com.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Superman #682 (Enero 2009)

Guión: James Robinson
Dibujo: Renato Guedes y José Wilson Magalhaes

NEW KRYPTON PARTE 6: CIRUGÍA INVASIVA

Clark y Martha visitan la tumba de Jonathan, y allí encuentran a Bizarro, que dice “estar contento” (lo que en su dialecto significa que está triste). Bizarro se va volando y Clark lo deja ir.
En el despacho oval, el Agente Libertad le pide al Presidente un tiempo de ausencia para investigar por su cuenta. El Presidente se lo concede.
Kandor: un grupo de kryptonianos, capitaneados por Zor-El y con una reticente Kara entre ellos, emprenden una misión que debe ocuparles el día. Aún no sabemos qué van a hacer. Mientras, Jim Harper (Guardián), ya en Metropolis, solicita un trabajo en la Policía Científica.
Un equipo de kryptonianos irrumpe en la isla-prisión Stryker, para llevarse a Parásito. Algunos miembros de la PC les intentan detener, y resultan muertos por los superhombres. Ante la noticia, la jefa de la PC, que había rechazado a Harper, lo llama de nuevo para incorporarse.
Sobre los cielos de Metropolis, Supergirl va a enfrentarse a Silver Banshee, pero dos kryptonianos luchan contra la villana. Más kryptonianos están llevándose a enemigos de Superman por todo el mundo, dejando a su paso una estela de víctimas, algunos incluso héroes que caen, inconscientes, como Nightwing (el ex Robin, no el Nightwing kryptoniano) o Relámpago Negro. Nada detiene a los kryptonianos en su recolección de supervillanos, como el Juguetero, Parásito, el Bromista o incluso Bizarro.
Vemos a Atlas, camuflado con una sudadera con capucha, tomándose un café en un restaurante, mientras se plantea lo positivo de pasar desapercibido así, con una identidad secreta como los héroes.
En el Planet, Clark escucha noticias de lo que están haciendo los kryptonianos, y sale volando cambiándose a Superman. En un segundo está en Kandor, donde entra destrozando el techo y maldiciendo a Zor-El lo que han hecho. Allí están Zor, Alura y Supergirl. Superman está lleno de furia, sus amigos han matado a varios policías, guardias honrados, en su absurdo secuestro de villanos. Zor, que explica que solo pretendían evitar que otros villanos les atacaran para llegar hasta él, como Doomsday, palidece y Kara rompe a llorar: ninguno de ellos sabía nada de las muertes civiles, pero sí Alura, que lo considera tan solo un daño colateral. Superman, Zor y Kara no pueden creer lo que está ocurriendo, cómo han salido así las cosas. Ahora el mundo considera, con razón, que estos kryptonianos son una amenaza y unos asesinos. Superman pregunta a Alura por los villanos que se han llevado. ¿Están muertos también? Y Alura responde que “están en un lugar seguro”, y vemos a Bizarro, el Juguetero, Silver Banshee, el Bromista y Parásito… rodeando a Mon-El en la zona fantasma.

VALORACIÓN

HISTORIA: ¿Kryptonianos asesinos? Esto se veía venir. El conflicto entre kandorianos y la humanidad comienza a ser evidente. El General Lane va a tener razón, en gran parte. No todo el mundo puede ser Superman, aunque tenga sus poderes. Alura se está decantando como toda una villana (una fascista, podríamos llamarla), y la pobre Kara y sobre todo el pobre Zor-El, en medio. ¿Qué hará Superman? ¿Cómo va a responder por los crímenes de aquellos por quienes él da la cara? Esto llega a un punto crucial. 100.000 kryptonianos en nuestro mundo… son demasiados.
DIBUJO: Un cómic de Renato Guedes siempre es marca de calidad. Este no es una excepción. Me gusta mucho su Bizarro, y otros muchos detalles que tienen sus páginas. Gran dibujo, sin más comentarios.
PORTADA: Una vez más, Alex Ross nos demuestra que es tan genial como inconstante. Esta portada está cubierta por una extraña pátina verdeamarillenta que no le favorece ni aporta nada. El dibujo es bueno, aunque repetitivo. Tres de los rostros son casi idénticos al de Superman. Y el propio Superman parece, en esta imagen, llevar tiempo sin hacer ejercicio. Sr. Ross, apruebo y comparto su idea de que Superman no debe aparentar musculatura de culturista, pero tampoco debe parecer el vendedor de perritos calientes de la esquina. Una portada mediocre, sinceramente y muy a mi pesar, porque la historia de su interior es fenomenal.